Las mejores playlists de Jazz y su historia
Nos sumergimos en el mundo del jazz con mis dos playlists originales sobre el estilo.
Nos sumergimos en el mundo del Jazz, un estilo que viajó desde África hasta Nueva Orleans y que nació de una fusión de culturas y sonidos. Vamos a recorrer parte de su historia mientras te presento mis dos nuevas playlists ¡Acompáñame en este viaje musical!
Un viaje provocado por la creación de dos playlists de Jazz que te invito a seguir, una con las mejores canciones de Jazz instrumental de todos los tiempos con la ayuda de @MedusaJazz y @caravan_jazz
Otra con las mejores canciones de Smooth Jazz, ese Jazz sedoso, suave, tranquilo y acogedor perfecto para escuchar de fondo mientras estudias, trabajas, lees o tienes una cita romántica
No soy un experto en Jazz ni mucho menos, sólo soy un periodista musical, melómano empedernido y curador de playlists que finalmente se ha lanzado a añadir a su colección dos playlists de Jazz hechas con el mayor cariño. Sólo quiero ser un gato jazz.
La excusa perfecta para estudiar un poco este complejo e interesante estilo, profundizar en el y pasarme varios dias escuchando, recopilando, leyendo y viendo algún vídeo y documental interesante.
Me he centrado en Jazz instrumental porque ya tengo desde hace muchos años una playlists de baladas de Jazz y standards vocales con mi voz favorita, Ella Fitzgerald, como imagen de portada.
Resumir el Jazz en una playlist o intentar contar su historia, sus diferentes variantes y principales estilos en un hilo son tareas imposibles. Esto es sólo una humilde puerta al universo del Jazz.
El Jazz es mucho más que un género musical; es un viaje sonoro que atraviesa culturas, épocas y emociones. Su historia es rica y compleja, y su evolución ha dado lugar a múltiples estilos que han marcado la música del siglo XX. En este artículo, exploraremos sus orígenes, influencias y desarrollo, mientras te invito a descubrir dos playlists cuidadosamente curadas para sumergirte en su esencia.
El nacimiento del Jazz: raíces africanas y fusión cultural
El Jazz tiene sus raíces en la música africana, traída a América por los esclavos a través de work songs, espirituales y el call & response (llamada y respuesta). Debido a las restricciones impuestas a los esclavos, muchos de ellos improvisaron con palmas y percusión corporal, sentando las bases rítmicas de géneros posteriores como el blues y el jazz.
Paralelamente, la música europea aportó armonía, instrumentación y estructuras. Fue en el siglo XIX cuando ambos mundos se mezclaron en Estados Unidos, dando lugar a nuevas combinaciones de sonidos que transformarían la música para siempre.
Del blues al jazz: los primeros pasos de un nuevo género
El blues, con su estructura de 12 compases y escalas características, surgió como una evolución de los cantos de trabajo y espirituales. Su impacto en la música afroamericana fue profundo, influyendo en la posterior aparición del jazz. Otro estilo clave en esta evolución fue el ragtime, popularizado por pianistas como Scott Joplin, cuyas melodías sincopadas y bases estructuradas sirvieron de puente hacia el jazz.
A finales del siglo XIX y principios del XX, Nueva Orleans se convirtió en la cuna del jazz. Esta ciudad portuaria, con su diversidad cultural, fue el escenario perfecto para la fusión de sonidos africanos, europeos y caribeños. En las brass bands de los funerales afroamericanos comenzó la improvisación sobre melodías, un rasgo distintivo del jazz. De esta atmósfera efervescente nació el Dixieland, el primer estilo de jazz, caracterizado por la improvisación colectiva y el uso de instrumentos de viento. Uno de sus pioneros fue Buddy Bolden del que hay mil historias y hasta películas pero no grabaciones.
La primera grabación de Jazz la hizo la Original Dixieland Jass Band en 2017 para Victor con las canciones Livery Stable Blues y Dixieland Jass Band One-Step. Es uno de los primeros éxitos de la historia con 250.000 copias y ayudo a popularizar el estilo por todo Estados Unidos.
El jazz se expande: de Nueva Orleans al mundo
El jazz no tardó en salir de Nueva Orleans. En los años 1910-1920, músicos emigraron a Chicago y Nueva York, donde pulieron el sonido y crearon nuevos estilos. Louis Armstrong fue una de las figuras clave en esta expansión. Su virtuosismo y carisma transformaron la música para siempre.
Mientras tanto, en Nueva York, el auge del Harlem Renaissance impulsó la evolución del jazz con figuras como Duke Ellington y Count Basie, quienes llevaron el género a un nuevo nivel de sofisticación. En los años 30, el jazz explotó con la era del swing, donde las big bands dominaron el panorama musical y llevaron el género a la radio y a los salones de baile.
Las múltiples caras del jazz: evolución y nuevos estilos
Tras la Segunda Guerra Mundial, el swing cedió paso a nuevos estilos más complejos y experimentales. El bebop irrumpió con artistas como Dizzy Gillespie, Charlie Parker y Thelonious Monk, rompiendo con la estructura tradicional del jazz para dar lugar a una música más frenética y virtuosa.
El cool jazz llegó poco después, con un sonido más relajado y melódico. Miles Davis, con su álbum Birth of the Cool en 1948, marcó el inicio de esta nueva corriente. A partir de ahí, el jazz continuó evolucionando en múltiples direcciones: hard bop, soul jazz, jazz funk, acid jazz y muchas más.
Intentar resumir el jazz en una playlist o contar toda su historia en un solo artículo es una tarea imposible. Lo que comenzó con ritmos africanos, esclavos y brass bands en Nueva Orleans se convirtió en uno de los géneros más importantes e influyentes del siglo XX.
Un genero que he escuchado con regularidad a lo largo de mi vida pero el que he empezado a profundizar en mi época más adulta. No pretendo entender el jazz sólo sentirlo, disfrutarlo y emocionarme con el.