Artista de la semana: Celtas Cortos
En la semana del 20 de abril os quiero hablar de Celtas Cortos, mi grupo español favorito. Un repaso a una de las bandas más originales e interesantes de nuestra música.
En la semana del 20 de abril os quiero hablar de Celtas Cortos, mi grupo español favorito. Un repaso a una de las bandas más originales e interesantes de nuestra música a través de mis playlists en las que viven sus canciones.
Celtas Cortos son mucho más que 20 de abril, Celtas Cortos son uno de los grupos más originales e importantes de la música popular española con 40 años de historia a sus espaldas.
Además, Celtas Cortos son mi grupo español favorito desde siempre, el que más me marcó en mi adolescencia y uno de los que más veces he visto en directo.
Coincidiendo con la semana en la que cae el 20 de abril la banda dará dos conciertos especiales el 19 y 20 de abril en el Pacio Vistalegre de Madrid, rodeados de los mejores artistas invitados que incluyen a Fito Cabrales, Kutxi Romero, Nach, Tanxuguerias, Miguel Rios y Mikel Izal entre otros.
Desgraciadamente me pierdo el concierto por un viaje que no se puede cambiar de fecha, pero quiero aprovechar la ocasión para hablaros aquí sobre Celtas Cortos y repasar algunas de mis distintas playlists en las que viven sus canciones.
Descubrí a Celtas Cortos cuando estaban en lo más alto de su carrera a mediados de los noventa, gracias al disco en directo Nos vemos en los bares, y me enamoré instantáneamente. Era la época en que todavía estaban en la banda muchos de los miembros principales que han ido quedándose atrás por el camino.
Es tanta mi pasión por el grupo que en mi colección de CDs, que algún día espero vender, tengo sus primeros cinco discos más el icónico directo. Además, he podido verlos en conciertos numerosas veces a lo largo de los años desde aquella primera vez en los 90 en el Palacio de los Deportes. Es por todo esto que tengo una playlist exclusiva en las que están mis canciones favoritas de la banda.
Pocas bandas se me ocurren con una música tan original, variada y diferente. Su mezcla de rock y música celta está salpicada de todo tipo de sonidos que les convierten en la gran banda de mestizaje musical de nuestro país.
Además hay que mencionar la fuerza de sus letras que van desde lo social a lo más poético y romántico pasando por lo fiestero como su versión del Fiesta de The Pogues.
Pero también tienen temas instrumentales geniales como este poco conocido Otoño en Battle que tengo en mi playlist de canciones para leer.
La vena más combativa la vemos, por ejemplo, en canciones como Skaparate Nacional que es una de las incluidas en mi banda sonora del 15-M.
El lado más triste y melancólico de Jesús Cifuentes sale a la luz en canciones Lluvia en soledad que está en mi playlist de canciones para llorar en un día de lluvia o Siempre tarde que guardo en canciones tristes que escucho cuando estoy triste para sentirme peor.
Canciones para todos los momentos, estados de animo y playlists como este Amor al vino que tengo en mi playlist de canciones para cocinar aunque quizás tenga que hacer una playlist de canciones para escuchar mientras compartes una botella de vino.
Existen numerosas canciones que me encantan de Celtas Cortos desde Salida de emergencia a Retales de una vida pasando por cosas más conocidas como 20 de abril, Cuéntame un cuento, Haz Turismo y Tranquilo majete a cosas que son más de los muy fans como Hacha de guerra, Cálida trinchera o República de Sanjes. Pero si tengo que elegir la que más marcó mi adolescencia es La senda del tiempo.
Esta es una pequeña carta de amor a Celtas Cortos en la que comparto una muestra de algunas de las playlists que tengo con canciones suyas, el resto tendrás que descubrirlas tú buceando en mi perfil en Spotify.
Lo cierto es que si has nacido antes de los 90 y te paras a pensarlo probablemente conozcas muchas más canciones de los Celtas de las que piensas.
Pasarán los años pero nunca me cansaré de este grupo cuya música será siempre para mi un refugio, un desván lleno de buenos recuerdos, una cálida trinchera en la que acurrucarse y una hamaca en la que tirarse al ritmo de un vals.
¡Gracias por leer y por el apoyo! ¡Larga vida a los Celtas Cortos;